EL OCTAVO VIAJE DE SIMBAD EL MARINO
"EL BURRO DESAGRADECIDO"
Un día de duro calor Simbad rompió de nuevo la promesa de no volver a embarcar. Hubo un huracán en medio del viaje. Simbad no sabía ni como ni cuando estaba en una isla explorada. Cuando llebaba horas horas intentando encontrar algo de comer salió un burro y con un cuchillo le rebanó el pescuezo. Pasadas unas horas el burro cogió un poco de pegamento y le volvió a pegar el pescuezo.
Pasados unos años el burro llevó a Simbad a un barco que le llevaría a Bagdag. Simbad llegó a bagdag y por séptima vez hizo la promesa de no volver a embarcar más.
jueves, 30 de abril de 2009
martes, 28 de abril de 2009
Que me llevaría a una isla desierta
viernes, 24 de abril de 2009

Amigo no es el que rie contigo en tus momentos de felicidad...amigo es aquel que llora contigo en momentos de tristeza...es aquel que te dice la verdad!!Que te dice tus errores para ayudarte a cambiarlos y esta siempre contigo. Es aquel que escucha tus problemas, te aconseja y esta siempre a tu lado... Amigo es el que dispuesto está para compartir contigo alegría, tristeza y soledad...que no te miente para estar bien contigo...es el que nos dice una verdad en la cara aunque nos haga llorar.
POESÍAS CREADAS POR: ANTONIO VAZQUEZ

Antonio se apunto a la lista para ser paracaidista:
Con la vieja avioneta aprendió pronto a despegar volar y aterrizar,
Con la avioneta hacía mil piruetas,
en uno de sus viajes vió un gran horror: que se le paraba el motor:
- Virgen del amor hermoso que viaje tan horroroso.
Cuando le faltaba un metro para extrellarse dió un saltito y aterrizó depié como un angelito.
jueves, 23 de abril de 2009
Bueno aquí viene este pequeño fragmento de un cuento sobre las patatas...
Patatas para todos
Era una fria noche de invierno y el boticario Parmentier paseaba inquieto por su habitación. Se detenía ante la chimenea unos segundos, contemplaba las llamas, reanudaba el paso, miraba por la ventana... Era incapaz de conciliar el sueño. Había un problema que le obsesionaba cada vez más y para el que necesitaba encontrar una solución.
Hacía ya más de dos siglos que los descubridores españoles habían traido las patatas a Europa desde el continente americano y en muchos países se había ido extendiendo su cultivo...
PATATAS PARA TODOS
Bueno aquí viene este pequeño fragmento de un cuento sobre las patatas...
Patatas para todos
Era una fria noche de invierno y el boticario Parmentier paseaba inquieto por su habitación. Se detenía ante la chimenea unos segundos, contemplaba las llamas, reanudaba el paso, miraba por la ventana... Era incapaz de conciliar el sueño. Había un problema que le obsesionaba cada vez más y para el que necesitaba encontrar una solución.
Hacía ya más de dos siglos que los descubridores españoles habían traido las patatas a Europa desde el continente americano y en muchos países se había ido extendiendo su cultivo...
Patatas para todos
Era una fria noche de invierno y el boticario Parmentier paseaba inquieto por su habitación. Se detenía ante la chimenea unos segundos, contemplaba las llamas, reanudaba el paso, miraba por la ventana... Era incapaz de conciliar el sueño. Había un problema que le obsesionaba cada vez más y para el que necesitaba encontrar una solución.
Hacía ya más de dos siglos que los descubridores españoles habían traido las patatas a Europa desde el continente americano y en muchos países se había ido extendiendo su cultivo...
SIMBAD EL MARINO
...¿Cómo podría explicaros lo que sentí en aquel instante?. Fue como si las puertas del cielo se abrieran ante mí de par en par. Con el corazón lleno de esperanza, corrí sin descanso hacia la brecha de luz, que cada vez se fué haciendo más y más grande y ,cuando por fin llegué frente a ella, mis ojos vieron de nuevo el azul intenso del mar.
Resultó que el agujero de mi salvación se encontraba en la pared de un acantilado, hasta el que trepaban los animales para entrar en la fosa y alimentarse con la carne de los cadáveres. Como no había forma de bajar de allí, durante varios días permanecí al pie de aquella pared rocosa alimentándome de musgo y hierbas silvestres y ansiando que alguien me viese desde el mar y acudiera a rescatarme. Por fortuna, llegó un día en que el capitán de un barco avistó mis señales de socorro y envió una chalupa para sacarme del acantilado. Una vez a bordo, le conté que acababa de llegar a la costa después de naufragar en alta mar, pues temía que el capitán me delatase si le contaba la verdad. Cuando subí al barco, llevaba conmigo un fardo lleno de joyas que les había arrebatado a los cadáveres de la fosa, pensando que a ellos no les servirían de nada mientras que a mí me podrían ser muy útiles en mi propósito de viajar hacia Bagdad. En recompensa por haberme rescatado, le ofrecí joyas al capitán, pero el buen hombre no quiso aceptarlas, por lo que volví a casa más rico que nunca.
El día de mi llegada, me crucé con un buen amigo que se alegró mucho de verme. Me preguntó dónde había estado, y , al poco de empezar a relatarle mi historia, me interrumpió para decirme:
- A juzgar por tu aspecto, cualquiera diría que acabas de volver a la vida después de recorrer las entrañas del infierno.
Yo pensé por un momento en aquellas palabras, y al fin respondí con alivio:
- Eso es justo lo que me ha pasado.
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